Jenny Ambuila, la colombiana que en 2019 fue capturada junto a sus padres tras comprobarse que el dinero con el cual llevaban una vida llena de lujos y extravagancias era de origen ilícito, contó a la justicia de Estados Unidos que “estaba muy deprimida” y quería un Lamborghini que sus padres le compraron como regalo de cumpleaños y que esto le había “salvado la vida”.

En la investigación del Departamento del Tesoro en Estados Unidos, revelado por la Revista Semana se comprobó que el lujoso auto costó cerca de 300 mil dólares, dinero que provino de la venta de una casa, ubicada en el barrio Ciudad Jardín de Cali, realizada por su padre Omar Ambuila, un exfuncionario de la Dian, quien transfirió 1.000 millones de pesos colombianos al concesionario Lamborghini desde una compañía colombiana propiedad de su primo. Además, se pagó un depósito de otros 20.000 dólares con una transferencia bancaria hecha por su madre, Elba Chará.

Ambuila aseguró que la compra del Lamborghini la hizo en contra de la voluntad de su padre, que prefería que invirtiera ese dinero. Ella insistió porque quería vivir la experiencia de tener un carro de esa marca. “En Miami se necesita demostrar que tienes dinero para ganar dinero”, le dijo en su momento.

El informe también revela que Ambuila adquirió un automóvil Porsche modelo 2017 con dinero que su padre le envió. Como parte de pago entregó un auto de la misma marca, pero modelo 2013. El resto lo cubrió con la venta de un BMW en Colombia.

Los ingresos de Omar Ambuila como empleado de la Dian eran de 5 mil dólares mensuales, justamente lo que costaba el arriendo de la casa donde Jenny vivía en Estados Unidos, país donde se graduó de Finanzas y Mercado de la Universidad de Miami. También asistió a Universidad del Sur de Florida y realizó un curso de verano en Harvard.

El informe revela que, en varias ocasiones, Jenny fue requerida por las autoridades de los aeropuertos por llevar más dinero del que reportó al momento de ingresar al país. También que, entre el 19 de julio de 2014 y el 6 de enero de 2017, la cuenta de Jenny en la Universidad de Miami recibió 17 pagos con tarjetas de crédito y pagos electrónicos por más de 145 mil dólares.

Una vez fue abordada en Miami, antes de tomar un vuelo hacia Cali, y señaló que era estudiante de la Universidad de Miami y residía en Trump Royale Sunny Isles. Dijo que ella y su madre eran propietarias de Nelato, una tienda de helados en Cali que generaba alrededor de 20 mil dólares mensuales en ventas y que estaban abriendo un nuevo local en Wynwood (Miami).

De sus padres, Jenny aseguraba que “ni siquiera beben licor, van a la iglesia todas las semanas y son supersantos”.

La madre, Elba Chará, para justificar los grandes ingresos de la familia, declaró a las autoridades que había sido abogada durante 30 años, que tenía negocios de bienes raíces, la heladería Nelato y su esposo era empleado de la Dian.

Citó otras fuentes de financiación heredadas tras el asesinato de su padre, como una plantación de café y varias minas de oro.

De Omar Ambuila, el documento reseña que “solicitaba sobornos para ejercer influencias en actos oficiales, que implican el hecho de permitir que cargas comerciales en contendores evadan los aranceles de importación de la aduana colombiana". Dichos contenedores transportan licor, ropa, dispositivos electrónicos y joyas, que por lo general están mal etiquetados y subvalorados en la documentación pertinente. Se les permitía pasar por la aduana debido a los sobornos pagados a Ambuila y a sus socios.

Ambuila fue capturado en marzo de 2019 tras quedar en evidencia por los excéntricos lujos que su hija presumía en redes sociales. Fue dejado en libertad un año después por vencimiento de términos; sin embargo, en abril de 2021 fue recapturado y solicitado en extradición por Estados Unidos para que responda por el delito de lavado de dinero.

Jenny y su mamá, Elba, que quedaron libres por vencimiento de términos, están en pleno juicio por lavado de activos, contrabando y concierto para delinquir.